viernes, 30 de mayo de 2014

Mi conversación de hoy

Hoy tuvimos junta en la Universiidad. Todos los profesores que impartimos o impartiremos Precálculo, fuimos convocados para una presentació.
Lo que sigue es mi recuento, y la conversación con una ex alumna del Tec de Monterrey.

Algo más: el profesor no tiene que aprender a utilizar herramientas tecnológicas, ni colaborar, ni generar conocimiento. Nomás seguir instrucciones.
Les cuento, por si les interesa.
McGraw Hill está vendiendo esto a la escuelas. En inglés y en español.
Una vez que el profesor o la escuela define los temas de estudio de un curso o programa, el sistema es un tutor para que el alumno "aprenda", en el sentido tradicional del término, todo lo que al que diseñó el sistema y los temas del curso se le ocurra. Hay examen diagnóstico de entrada, y sigue un trabajo de parte del alumno hasta que domine cada tema. Se generan reportes, etc..

Pregunté: si un alumno aprueba satisfactoriamente el examen, ¿queda exento del curso? Respuesta: no. Si ya se inscribió se tiene que chutar el curso (and I wonder why).

El paquete ¿sustituye al curso? Respuesta: No. Y yo creo que a la larga, en lugar de contratar a cinco profes para que impartan cinco grupos de ese curso, la universidad tendría que contratar asistentes para apoyar a los más débiles de los alumnos, y ya.

El boleto para el alumno cuesta 240 pesos. El costo del curso está en miles, creo. Y no entiendo la lógica.

Ahora que, ese sistema entrena al alumno para responder ejercicios de dificultad más o menos elevada, sin que desarrolle creatividad, pensamiento crítico y demás elementos que ahora son esenciales.

Pero si fuera de padre de familia y mi hijo fuera a inscribirse a este curso de prerrequisitos (y no se llamara Pakoconk), mejor pagaba por el programa.
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  • Cinthya Jauregui Está excelente el método dado que a las escuelas solo les interesa que el alumno memorice, y claro, cobrarles las colegiaturas.
  • Blanca Parra Pero la idea es que el profe use el software para su clase. El alumno paga el ccurso y el software. Y ya no hay libro de texto.
  • Cinthya Jauregui Pero estarás de acuerdo que para un profesor poco profesional está ideal, en lugar de que se memoricen el libro les dirá a los alumnos que le "piquen" al software, el resultado es el mismo pero apoyados de "herramientas tecnológicas"
  • Blanca Parra Por eso, se convierte en alguien que monitorea al alumno a través del software. No tienes que saber mucho. Y no tienen que pagarte mucho.
  • Cinthya Jauregui Hasta yo lo podría hacer 
  • Blanca Parra Pasará lo mismo que en el Tec, pero en otro nivel. Una vez que TODOS los cursos estén diseñados por los profes, te dirán que ya no te necesitan o te van a pagar 20 pesos. Mis cursos del TEC (premiados) siguen apareciendo en la lista de cursos rediseñados. Y yo nunca repetiría un curso tal cual de un semestre para el siguiente, por los alumnos, los recursos, la problemáttica, etc. Acá es más fácil: son cursos de librito de texto. Como ha sido desde hace 200 años (Galois dixit) y como esperan que siga siendo para mantener el negocio entre universidades y editoriales (Galois dixit)

lunes, 26 de mayo de 2014

Novedades a través de mis redes

Creo que una de las preguntas que uno puede plantearse a lo largo de una experiencia como la de TRAL, es acerca de en qué momento las redes construidas comienzan a dar algún tipo de retribución. No porque seamos materialistas ni porque el conocimiento y las interacciones generadas no sean de valor en sí mismas.

Redes como la que se construye en LinkedIn, por ejemplo, son más de interacción profesional y, ciertamente, uno puede recibir notificaciones de puestos de trabajo en sus áreas de interés y también puede participar en discusiones centradas en problemáticas específicas, en cada una de las áreas de conocimiento. En mi caso, mi red en Facebook está constituida por colegas, ex alumnos de los últimos 25 años, amigos de toda la vida (literalmente) y familia, mientras que mi red de Twitter agrupa a contactos que participan de mis intereses académicos, mayoritariamente, uno que otro ex alumno y, últimamente, una variedad de personas de las áreas artísticas, de negocios y de activistas. Habia comentado al respecto en un post anterior.

La sorpresa es que las invitaciones a participar en proyectos importantes o interesantes vienen principalmente, a través de mi red en Facebook. Mis ex alumnos me invitan a colaborar profesionalmente en los proyectos que están desarrollando. Antes había comentado de un proyecto con la Secretaría de Educación de Guanajuato, el cual está ya aprobado y calendarizadas las etapas, y solamente esperamos la voz de arranque... en cuanto los periodos vacacionales y de puentes lo permitan. Esperando, además, que en ese lapso no caduque y haya que recomenzar o se cancele. Cuestiones de la burocracia en este país.

La semana pasada me llegó otra invitación, esta vez para participar en un análisis de mercado para una empresa de clase mundial, a través de un  ex alumno que dice públicamente, y le agradezco, que lo que aplica en su empresa (una de las treinta reconocidas en el país) lo aprendió conmigo y mis métodos no muy ortodoxos de trabajo en el aula.  Y hace unas horas llegó otro, para asesorar un taller sobre cuestiones financieras.

Todo este despliegue que puede parecer presuntuoso es para decir dos cosas:

  • que nuestro trabajo docente es de una importancia capital para nuestros alumnos, lo que aportan a la comunidad y lo que, como boomerang, viene de regreso a nosotros
  • que cualquiera de nuestras redes se cultiva como un bonsai, no dejando crecer maleza indeseable o ramas podridas (en mi caso, incluye restringir las interacciones con algunos familiares) que vienen en forma de información no validada, mensajes agresivos u ofensivos, etc.
Reconocer que lo que decimos, la manera en la que lo decimos y la calidad de lo que escribimos, corrigiendo los defectos o errores, ayuda a ir generando una presencia confiable y respetable. Por supuesto, no se trata de convertir las redes en sitios doctos llenos de citas o de pelearnos con aquellos que no escriben o piensan como nosotros,  ni perder o enmascarar nuestra identidad verdadera. Creo que la congruencia entre lo que mostramos en las redes y en la realidad tangible es lo que confiere, al final, el valor a lo que decimos o hacemos.



lunes, 5 de mayo de 2014

El examen de matemáticas

Aprendizaje Mediado por TIC's: El examen de matemáticas: Les comparto esta narración que me gustó Particularmente, me gustaría que mis alumnos tuvieran voz y la utilizaran ANTES de llegar a estos ...